viernes, 1 de febrero de 2008

MONANO AGRADÓ Y CONVENCIÓ EN EL PAY PAY

Última semifinal y saber los que pasan a la final. Todos los componentes de las agrupaciones nerviosos y algunos familiares, amigos, novias y amantes también. No era la mejor noche la de ayer jueves para presentarse en solitario a contar historias en las tablas del Pay Pay. Coplas, coplas y más coplas. La víspera del carnaval.

Cuando llegué Monano ya estaba allí y con él en todo el bar contando al camarero (perdón, a uno de los dueños del Pay Pay) eran ocho personas. Pero como siempre digo, no hay que preocuparse de los que no están sino de regalarle la mejor función posible a los que han venido.

El espectáculo comenzó con media entrada y terminó con algo más de la mitad del aforo. Aunque lo importante es que terminó con un público de sonrisa ancha y satisfecho con la dosis de humor que la jeringa del buen hacer de Monano inoculó en la vena más risueña del público, que, por otra parte, estaba bien dispuesta.

La presentación de kico parece que será habitual en esta serie de monográficos. Empezó pues, recordando buenos momentos juntos (momentos juntos, ya que no había ninguno bueno). La habilidad del presentador dejó al respetable bien dispuesto para una faena que empezó con buen pie y directamente al cuello. Kico pidió el cuento de las pajas... no, el del heno no, el de las pajas, sí, eso que ustedes están pensando. Aunque el cuento comenzó con alguna duda el final provocó la hilaridad del público hasta tal punto que alguno en el descanso pidió cubata sin darse cuenta.

En la segunda parte un cuento romántico y la renovación del dni. Las dos historias basadas en hechos reales del la vida de Javier Sánchez. Quizás por esa dosis de realidad que llevan sus historias, quizás por esa frescura de narrador en directo con ganas de hacerlo bien, quizás porque su intuición así se lo dicta, la verdad es que Monano es un magnífico comunicador.

Sus historias tienen el grado justo de tensión, de misterio, en el que el público intuye que todo acabará en un lío. Un lenguaje directo, sin adornos, que llega rápido; una gestualidad que sabe matizar y explicar en el momento justo alguna situación, y la capacidad para comunicar sin alardes ni adornos, sin querer ir más allá de las mismas historias, me hicieron ayer, además de amigo que ya era, fan de Monano. Siento que muchos de ustedes no estuvieran porque por mucho que yo diga no podré repetir ese ratito único que nos hizo pasar ayer Javier. Gracias Javier Sánchez "Monano".

1 comentario:

clinton dijo...

Me han llegado noticias de que a pesar del carnaval había gente ¿no? Pido disculpas por no ir pero estoy metido en campaña...