viernes, 19 de diciembre de 2008

Calvin Kuen


Gran éxito de crítica y público ayer en el Pay-Pay. Estos primeros espadas de la narración, vates refinados donde los haya, amantes y seguidores de la poesía pura de Juan Ramón Jiménez, consiguieron embaucar a un público entregado desde el comienzo, salvo el grupo de carnavaleros de turno que se colocó al final de la barra.

Con historias desternillantes, la hilaridad viajó por entre los presentes. ¡Qué bonito! Hubiera sido deseable escuchar alguna nueva historia pero ya se sabe... estos dos grandes flojos de Cádiz parece que no están muy por la labor.

En fin, no se pierdan sus próximas actuaciones, síganlos allá por donde vayan y si les pilla muy lejos, acudan a su cita semanal en el Pay-Pay. La siguiente será el dia ocho de enero del nuevo año, el grupo de cuentacuentos, monologuistas y pamplineros del Pay-Pay nos prometen una sesión titulada "Los cuentos que no te contaron los Reyes Magos". Alí estaremos.

viernes, 12 de diciembre de 2008

Animaladas en el PayPay


Anoche tuve el privilegio de compartir el público del Pay con Txapela. Abruma la cantidad de información, de paranoyas por segundo que es capaz de diluviar sobre el público, que casi no puede reparar en las croquetas (quienes estuvieron anoche allí saben a qué me refiero; quienes no pues :-p). Y digo lo de diluviar porque como en el dibujaco de arriba, de diluvios fue la cosa. Pero tambien hubo estrenos. Una pesadilla en el Carreful de Estambul repleta de zombies de la sociedad de consumo, no apta para huevones de última hora. Referencias, juegos de palabras, libre asociación de ideas y algún que otro chiste malo, todo hay que decirlo. Pero como él es el primero que lo reconoce, y se ríe de lo malo del chiste, pues hay que reírse con él. Y sobre todo, y lo que más me gusta de Txapela, su afición a andar por la cuerda floja, a quererse permitir en su casa (el escenario) lo que a lo mejor no debería, y duda, y se lo permite, y se arrepiente, y el arrepentimiento le dura poco. Porque se nota que nos gustan ciertas osadías.
Y además quería agradecerle desde aquí que cambiara de planes para contar juntos la historia de Noé. Y quienes estuvieron anoche en el Pay-Pay tambien deberían. Gracias, Manolo y hasta otra.