jueves, 24 de enero de 2008

MANIFIESTO EN FAVOR DE LA NARRACIÓN ORAL

Para el encuentro de narradores en Eus kadi están pensando en publicar un manifiesto. Este es el borrador:

queremos someter de antemano a vuestra consideración el borrador de manifiesto en favor del arte de narrar que la organización en Euskadi del IV Encuentro ha consensuado impulsado por Pello Añorga, y para cuya redacción nos hemos basado en la Carta Magna de los narradores orales franceses, en la ponencia ¿Qué es la narración oral? preparada y contada por Martha Escudero para el II Encuentro de Cuentistas (Mondoñedo octubre 2005) y en el documento elaborado sobre las condiciones aconsejables para contar cuentos por Nelson Calderón, Fernando, Félix Albo, Noemí Caballer a partir del debate suscitado sobre el mismo tema en el primer encuentro de narradores.(Cádiz, octubre de 2004.)
Nuestra idea es compartirlo y hacerlo público despues del Encuentro. Para ello os solicitamos vuestra opinión. Todas las sugerencias y aportaciones serán bienvenidas. La persona que está coordinando este tema es Pello Añorga y he aquí su e-mail panorga@euskalnet.net.
Si hay gente que no pudiendo acudir al Encuentro desea adherirse a este manifiesto le rogamos que a la misma dirección envíe su nombre y dos apellidos y su permiso para incluir su firma en la lista del manifiesto.

He aquí lo que ya hemos consensuado los narradores y las narradoras de Euskalherria y para lo que solicitamos vuestra adhesión, y cuantas sugerencias estimeís oportunas:
- Nuestro arte no se limita a las generaciones anteriores: deseamos practicar este arte hoy y mañana, con igual libertad y rigor que los narradores y las narradoras de ayer. El arte de los narradores y las narradoras no consiste en difundir las versiones de las personas que nos rodean o que nos han precedido narrando: reivindicamos el derecho y el deber de producir exclusivamente « nuestras versiones personales » de los cuentos de nuestros repertorios.
– Reconocemos como narrador o narradora a aquella persona que cuenta con un estilo único, historias verdaderas, ficticias o simbólicas; que construye un repertorio original, fruto de esfuerzos y de investigaciones personales; que habla y se presenta frente a su auditorio en nombre propio y no en nombre de un personaje-narrador, y conduce esta práctica como un arte.
– La lectura en voz alta, la recitación oral, literal o no, no puede confundirse con el arte de la narración oral.
– Contar es un arte de la palabra, la palabra es y tiene que seguir siendo una expresión de la libertad humana. Queremos ejercer y defender esta libertad con el respeto debido a nuestro Arte, a nuestro público, al repertorio común, a la pluralidad de las culturas y a nuestros colegas.
– Nos comprometemos a honrar y defender la existencia, la calidad, la actualización y el enriquecimiento permanente de la lengua mediante la cual ejercemos nuestro arte.

-La narración oral es un arte, no una herramienta. Por lo tanto, lo importante en la narración no es que anime a leer, o que se use para educar en “valores” o que sea terapéutica, o que cohesione a la comunidad, siendo todas estas cosas estupendas y ciertas; lo importante en la narración es que es válida por sí misma.
-La característica esencial de la narración oral de cuentos es que, al igual que la narración oral en general, es un hecho de comunicación que requiere una capacidad de escucha. Por ello Pensamos que una narradora o un narrador oral puede desarrollar satisfactoriamente su trabajo si se cuidan una serie factores externos que rodean al acto de contar y de escuchar.
Por todo ello consideramos que existen ciertas condiciones que son las aconsejables para contar cuentos.
ESPACIO
-Preferiblemente el espacio debería estar exclusivamente dedicado a esa actividad en el momento de contar, a fin de evitar que ruidos y otras actividades dispersen la sesión (como por ejemplo: servir copas en un bar, o realizar préstamos en una biblioteca…).
Deberían evitarse los lugares de paso, es mejor que el lugar sea recogido y tranquilo.
-La ubicación de la persona que va a narrar en el espacio destinado a contar:
el narrador o la narradora debería ser visible por todo el público y en la medida de lo posible evitar que detrás de éste sucedan cosas que quien narra no domine con la vista. También es importante que la persona que cuenta tenga en su campo de visión a todo el público, evitando que quede detrás de una columna o en un rinconcito.
-La acústica tendría que ser suficientemente buena para no obligarnos a forzar la voz, es preferible evitar lugares muy amplios. Cuidar el silencio.
-La iluminación: centrada en el narrador o la narradora para que el público vea bien la cara y los movimientos de quien narra. Es importante también que el narrador o la narradora vea al público. Se deberían evitar las luces que ciegan a quien está narrando.
-Hay que tener en cuenta también la temperatura, ni demasiado frío ni demasiado calor.
-Hay que cuidar los espacios donde se concentra gran cantidad de humo, y a ser posible contar en lugares con buena ventilación.
-Convendría la presencia de una persona responsable del evento en la contada.
PÚBLICO
-Los cuentos no tienen edad, pero no todos los cuentos se cuentan para todas las edades, por eso es recomendable especificar bien al público para qué edades son los cuentos, o que el narrador o la narradora sepan previamente qué público asistirá a la función.
-Para que los asistentes a una sesión de cuentos escuchen cómodamente, la asistencia debería ser libre, y la cantidad de personas que escuchan no debería sobrepasar la capacidad del espacio. Convendría disponer de asientos adecuados a cada público.
TIEMPO
-Creemos importante cuidar la puntualidad en el comienzo de las sesiones tanto por
Parte de quien narra como por parte del público asistente.
-Tener en cuenta el lugar que la narración ocupa en el evento para valorar de antemano el nivel de cansancio del público.


2 comentarios:

Juanjo Merapalabra dijo...

Os pongo el primer comentario que salió en la lista también, ya sé que es largo, pero me parece interesante, tampoco habrá examen sobre esto o sea que ni no querei no lo leai sosieso

MANIFIESTO Y ACCIÓN
-Un manifiesto es además de una descripción un plan de acción, un camino a recorrer que marca objetivos y estrategias a un colectivo. “Manifiesto por un vivienda digna”, “Manifiesto a favor de los presos políticos”, o el “manifiesto comunista” de marx y engels, donde además de describir el funcionamiento del capitalismo se proponen ideas para su superación. Por tanto quiero decir que nuestro manifiesto, además de una descripción de la situación actual, real, de la narración oral, debería incluir el hacia donde nos queremos dirigir. Yo pienso que la situación actual de la narración oral es de estancamiento artístico, tanto en la puesta en escena como en los repertorios; sobre todo en la narración oral para adultos, ya que para los niños y niñas parece que dejamos más libre la imaginación y salen resultados más variopintos y elaborados. El hacia donde nos queremos dirigir pienso que debería ser una discusión previa a la elaboración del manifiesto.
-¿Hacia donde deberíamos ir? Mi opinión es que debemos ir a una superación de ese estancamiento, a una reformulación del nuevo arte de la narración oral. Las gentes del teatro, en general, pasan de nosotros, no nos consideran un arte a su altura. Nosotros no debemos ser como ellos y debemos reivindicar la narración oral como un género teatral; por otro lado, acercarla a las tradiciones populares vinculadas a la oralidad y, también, a la memoria histórica oral. Ello no quiere decir que la narración que no sea o no se considere teatro no valga, sino que hay que incluir los espectáculos teatrales narrativos dentro de nuestro mundo porque son narración oral. No excluir por supuesto tampoco la narración en elmundo educativo.
-Por eso no estoy de acuerdo con lo que se dice del personaje-narrador. Excluir al personaje-narrador no nos ayuda. De ser así habría muchos espectáculos (estrenados en bares de narración y representados en festivales sin que nadie del público se levantara rezongando “esto no es narración”, considerados a la vez teatro y narración oral), excluidos de la narración oral. Narración es narrar, sea un personaje o una persona o un muñeco, narre con la boca, con las manos o con el cuerpo.
Esa exclusión corta caminos a la experimentación necesaria para que este arte no se estanque, además de personaje hay “semipersonajes”, contadores que cuentan con un traje determinado como algunos compañeros colombianos, romanceros y romanceras, juglares... Recomiendo el libro de Marina Sanfilippo, “El renacimiento de la narración oral en Italia y España (1985-2005)", donde entre otras cosas se entera uno de que en Italia la narración oral es un género teatral, representado en teatros y hasta en la televisión. Donde los narradores se sienten herederos de los grandes reformadores teatrales del siglo XX, Grotowski y Peter Brook, y tienen a Bertold Breht como referente y a Dario Fo como maestro. Y donde los festivales de teatro tienen su sección de narración oral, como por cierto algunos lo hacen ya en España, como el de teatro clásico de Almagro.
Hace falta elevar el nivel general de la narración, y para ello debemos mirar a los maestros como El Brujo o Darío Fo. ¿Son ellos narradores? Creo que sí, y decir que no supone encerrar la narración oral en la mediocridad, no aspirar a más, falta de ambición artística. Las normas del espacio deberían incluir teatros y también la calle, donde la juglaría se desarrolla muy bien. ¿Es el juglar un narrador? Si respondemos que no nos limitamos y nos cerramos caminos de crecimiento.
-Respecto a enriquecer la lengua con nuestro arte, habría que aclarar que la lengua siempre se usa bien, pues es una riqueza común de la gente, que tan rico puede ser el idioma de Cervantes como el cheli, como los vulgarismos, los cagamentos y blasfemias. La lengua es rica de por sí. Recordar que por parecerles que sus informantes hablaban de una forma vulgar o usaban un “dialecto” algunos recopiladores de cuentos los traducían a un castellano estándar que distaba mucho de ser “rico”.

sinverweb dijo...

El Manifiesto me parece que está mú verde. Es caótico y contingente, parece hecho contra "algos" (copiones, bares chungos, ¿frío y calor?...). En fin, que parece ideado y redactado por un comité que no ha hecho un trabajo previo de reflexión, porque también hay aportaciones que podrían ser válidas en otro contexto. Lo mismo es que un manifiesto no es el mejor vehículo para expresar lo que quieren (ay¡, que politizados que están estos niños...). En cuanto al comentario, creo que para ir juntos a alguna parte o hacer algo en común hace falta una voluntad de cohesión de la que creo que carecen TODOS los artistas, sean de la parcela, sexo o etnia que sean. Es natural que sea así, porque de la práctica de cada quien, sólo uno es responsable y el que la lleva la entiende. En ese sentido, llegar a acuerdos de mínimos sin excluir los espacios de reflexión compartida ya es bastante objetivo sin meterse en otros jardines. Una cosa es que Garzón dicte "ex-cathedra" lo que es o lo que no es la narración oral y uno lo estudioe, lo asuma, lo critique o lo ignore y otra muy diferente que se pretenda hacer un modelo consensuado de "decálogo para narradores". Esa tarea me parece estéril e improbable.
En cuanto a lo de la lengua, cualquiera que oiga la tele o la radio o lea la prensa, podrá comprobar con cuánta impunidad y ensañamiento la vejan políticos, periodistos, artistos y otras gentes de mal hablar y poco decir. De esos vicios no nos libramos ninguno, ni los narradores, que deberíamos tratarla como si nos fuera la vida en ello.