Me han pasado estas fotos que testifican que las varias entradas y citas que han ido apareciendo en este blog sobre cuentos a la orilla del mar no eran un invento de mentes calenturientas. Han sido dos meses y casi veinte funciones en un entorno difícil pero muy agradecido. Y es que si consigues que los niños con los que cuentas prefieran quedarse a escuchar que bañarse, jugar a la pelota, hacer castillos de arena, combatir en guerrillas de fango, comerse un helado, saltar a la goma o tirar a las viejas en el lavapiés... es que escuchar cuentos es algo divertido. Y eso es lo más importante (sobre todo para l&s niñ&s).
¡Ay, que se acaba el verano! ¡Qué nostalgia! Y es que el tiempo pasa volando, menos cuando tienes que cobrar.
P.S.: si alguien más tiene fotos, que las mande o las publique. P.P.S.: si algún responsable municipal lee esto, que se dé por aludid&.
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