sábado, 3 de mayo de 2008

Palíndromo

DÁBALE EL ABAD ARROZ A LA ZORRA

Pues vaya, y sólo eso, sólo que se puede leer al derecho y al revés, y para eso un nombre tan esdrújulo. Al menos podrían explicar el por qué y el cuando inventó el abad la frasesita, ah, que no sabían que había sido un abad, pues sí.

Estaba en la biblioteca del monasterio dispuesto a repasar antiguos códices y tomar apuntes, pero la imaginación se le escapaba de la lectura pues era un abad satisfecho. Satisfecho sexualmente digo. Además recién satisfecho. Una de las más hermosas mozas de los alrededores había cambiado la lozanía de su juventud y la experiencia de sus relajadas costumbres por unos sacos de arroz. Y claro, el abad estaba satisfecho, y con la pluma en la mano, las notas por escribir, y la imaginación perdida entre pechos y pagos, pues salió el palíndromo.

Bueno y volvamos hacia atrás, es lo que hizo el abad al recordar. Si no les digo lo que significa la palabra y sí les digo por ejemplo, que palíndromo es perversión sexual con los hábitos puestos, da la impresión que una palabra tan esdrújula podría guardar tan lascivos secretos.

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