jueves, 15 de noviembre de 2007

Murphy se queda corto

Murphy es el que dijo lo de que cuando cae la tostada cae por la parte de la mantequilla, pero os prometo que en muchas ocasiones Murphy se queda corto.
Ayer fue un día pésimo, sentí que se me caía la tostada pero cuando irremediablemente pensé "fijo que la mantequilla da con el suelo" (lo tengo asumido), observé como una pequeña ráfaga de aire que mi señora creó al abrir la puerta de la cocina, hizo llevar la pelusa, que vive arrinconada tras la misma, a situarse exactamente en el punto donde un milisegundo después aterrizaba la tostada. Al inclinarme a recoger la tostada me di un cabezazo con el pico de la mesa, pero el sumun fue probar el café con el que me quemé la lengua, que por cierto, a ver qué día le echo azúcar sin derramar ni un sólo grano fuera del vaso. Tras insólito intento de desayuno, al fregar el vaso con agua fría le da un aire y se rompe, como las modelos, que se dan unos aires que se rompen al andar por la pasarela. Lo que no es ningún modelo es mi esperpéntico desayuno murphyano.
Pero hay una esperanza, a partir de hoy se acabó para mí la Ley de Murphy, pienso desayunar pan con aceite.

2 comentarios:

clinton dijo...

La vida no vale nadassssshhhhh. Pásate un miércoles por el afamado café teatro Pay-Pay, en los cantautores está la verdad.

sinverweb dijo...

¿Para cuando una canción que exprese en todo su patetismo el tenerse que levantá por la mañana? Lo único que se le acerca es lo que cantaba Camilo Clondesimismo en Jesucristo Cantamañanas: "Quiero saber, quiero saber Señor porqueeeeeeeee tengo tanto sueñooooooo. ¡Oh aparta de mí éste cáliz y esa rebaná de teleraaaaaa con sumo der Mercadoooooonaaaaaa!"