Pues sí, el pasado miércoles 24, el monano y éste que les escribe tuvieron la suerte de contar sus pamplinas en la cárcel (puerto 3) sin que ello les supusiera privación alguna de libertad. Vamos, que nos dejaron salir de milagro al acabar... (más de un vigilante tardó en darle al botón de abrir las puertas después de tamaña demostración de pamplineo y descaro...).Fue por lo menos curioso. A lo tonto, estuvimos 2 horas presos.Mientras que se abrían las cortinas del salón de actos pensaba qué introducción hacer antes de empezar a contar y se me ocurrió una broma referente al menú del día: presa ibérica. También se me ocurrió hacer una gracia con el aire acondicionado que estaba a tope: qué fresquito hace aquí con la caló que hace fuera...¿dónde vais a estar vosotros mejor que aquí dentro?...Justo en ese momento se abrieron las cortinas y al ver a los quince que ocupaban los 30 asientos de la primera fila cambié toda la introducción prevista por un simple y no problemático "hola".Ni que decir tiene que la experiencia ya ha dado sus frutos. Tengo una historia avanzada sobre el tema que cuenta entre otras cosas como me dejaron salir con "la condicional"; un travesti de uno noventa que salía contigo y te la chu.... con la condición de que le dieras 30 euros...
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