¡Qué cara más bonita!

Las caras de nosotros, tó lo que tus quiera, pero la de mi "Cadiztorias" de mi corasón no vaya desí que nos bonita. Otra cosa es que guste, emosione o haga reí, que eso lo dirán quienes lo lean. No es pasión de pare, comprárselo, que si se lo comprái, prometemo quer siguiente va sé mejón tavía. Adelanto el índise de cuentos pa que os piquéi los que hayái escuchao arguno de los cuentos ( arguno que otro hay que no sá estrenao en público...)

ÍNDICE

PRÓLOGO - Pepe Maestro

LA CHARI - Juan José Mera Leal

NO SOMOS NADA - José Luis Urbano

NUNCA VAYAS A TOMAR CAFÉ CON UNA PIBA QUE TE GUSTE - Javier Sánchez

AMOR Y GASTRONOMÍA (CUENTO EN CARNAVAL) - Manuel Sánchez Cerpa

¡EL CATÁLOGO DE IKEA!…¡QUE ELLA NO LO LEA! - Javier Benítez “Javi B”

UN VIAJE DE LETRAS Y NÚMEROS - Manuel Pereira “Txapela”

ANTES DE QUE EXISTIERAN LOS ESPEJOS DE CRISTAL - Alfonso Rodríguez Naranjo

MI NOVIA ME DEJÓ - Francisco Butrón Prida

EL POLLO QUE SE CREÍA WALT DISNEY - Manolo Bienvenido

Po ya sabéi a qué os exponéis. Las reclamasione ar cura La Parma.

Se acerca el gran momento

Prepárense incrédulos filólogos, huyan bohemios vates de pacotilla, refúgiense en su guarida aspirantes a premio planeta, ya llega el terror de la literatura de nuestro tiempo. Aparece "Cadiztorias" , el mayor atentado al buen gusto desde la redacción del Mahbaratta.
Ya huele el camión que lo trae desde la imprenta, ya sus hojas, cual mariposas monarcas, empiezan a despertar para atemorizar a cuantos incautos lectores se atrevan con él. Es el libro de estos sinverwebos. No hay más. Apresúrense a comprarlo, es el regalo ideal para su peor enemigo. Yo que ustedes no me perdería esta bonita ocasión. Saludos cordiales.

JMG

Murphy se queda corto

Murphy es el que dijo lo de que cuando cae la tostada cae por la parte de la mantequilla, pero os prometo que en muchas ocasiones Murphy se queda corto.
Ayer fue un día pésimo, sentí que se me caía la tostada pero cuando irremediablemente pensé "fijo que la mantequilla da con el suelo" (lo tengo asumido), observé como una pequeña ráfaga de aire que mi señora creó al abrir la puerta de la cocina, hizo llevar la pelusa, que vive arrinconada tras la misma, a situarse exactamente en el punto donde un milisegundo después aterrizaba la tostada. Al inclinarme a recoger la tostada me di un cabezazo con el pico de la mesa, pero el sumun fue probar el café con el que me quemé la lengua, que por cierto, a ver qué día le echo azúcar sin derramar ni un sólo grano fuera del vaso. Tras insólito intento de desayuno, al fregar el vaso con agua fría le da un aire y se rompe, como las modelos, que se dan unos aires que se rompen al andar por la pasarela. Lo que no es ningún modelo es mi esperpéntico desayuno murphyano.
Pero hay una esperanza, a partir de hoy se acabó para mí la Ley de Murphy, pienso desayunar pan con aceite.